Me pareció oírte silbar, hacia
dentro y te encontré callado, me encontré callada
silencio denso que envuelve y
abraza, que no está solo ni sola,
que es tacto aún lejos y ojos
compartidos.
Me pareció oírte silbar, dentro,
y me escuché a mi misma.
Hablar, en el mismo tono. Y las
palabras yéndose, por la boca
porque sobran, en cada beso, se
cuelan entre las pestañas, cuando te miro
cerca, y tú me ves tormenta sin
luz a oscuras.
Y tú me ves
sin tenerme delante, a tu lado,
en tus brazos porque ahí me quedé, me quedé,
te quedaste conmigo. En tus ojos
vivo, viva
como nunca antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario