Hoy mi mirada es suelo aunque mire arriba.
Es mojado y charco en el mismo sitio, mil veces pisado.
Aquel que nadie arregla, ahogado
en el agua gris, que triste y lodo tiene el fondo.
Días que no pasan, que transcurren
en lugares sin tiempo, sin hora, sin ver final
que no sea más blanco, más estéril. Inservible, perdido. Saco roto.
Mis ojos han visto demasiadas veces cómo los tuyos perdían la vida
suicidas, sin verme. Los míos no son tuyos
si sólo te miras, no me verás.
En los míos ya
no dejo entrar a la muerte.
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