En la noche de esta habitación con vistas a la mitad de una estrella
sólo brilla la Luna, luz tenue cálida envuelta en jazz
recóndita cueva en mi misma que a veces cierro por dentro.
Clandestina contraseña, antro de melancolía del que nadie oyó hablar.
Mi búsqueda siempre es hacia dentro, después manos llenas que regalo, amor.
Llenas de lo que aprenden las noches solas las que se hacen día y guardan cama a la mañana enferma al despertar oquedad.
En los ojos yago los inviernos que tardé en decir te quiero, humo y lluvia que nunca cesa.
Mi boca calor y verano, brisa fresca y tiempo lento, extraña de ti, piensa tus besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario