Me acurruco
en una cama triste.
A las ocho de la mañana.
Me enrosco en mi edredón
para sentir algo cálido
sobre mi piel.
Sólo es un nido artificial
de tela y espuma.
Nada
comparado a tu abrazo.
Y aunque es mi cama
es un nido triste.
Y su calidez, artificial.
.
HOMBRE DE MIMBRE en casa de JULIA NAVAS MORENO
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Aunque lo de "recién llegado" se haya quedado obsoleto y ya me encuentre
devorando este libro, en estos versos de Vicente Muñoz Álvarez me reconozco
tant...
Hace 14 horas
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