Se fue la luz
me miré al espejo
y no vi a nadie.
Se fue la luz
quise cerrar los ojos
pero me quedé despierta.
Se fue la luz
y una sombra entró por la ventana.
Buscaba la mía pero allí no había nada.
Se fue la luz
y no volví a subir el automático.
Me quedé despierta.
Se fue la luz
y a la mañana siguiente
salió el sol.
Me miré al espejo
vi mi sombra
y me la recosí a los pies.
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Patri! en serio, este poema me gusta mucho. Me gusta la impronta que dejas de Peter Pan. Es tu sello personal, tía. Mola.
ResponderEliminarQué guapo!
ResponderEliminarEl sol, en el fondo, es un buen tío. Por mucho que queme siempre te regala una sombra para que te haga compañía.
qué lindo, Patricia!
ResponderEliminarte dejo unos besos pespunteados en los bolsillos
Muy bueno pat!
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