Continúa lloviendo la tarde
sobre casas mojadas sin tiempo
de secado.
Charco sobre charco.
Regueros urbanos.
Cielo gris, luz de tubo fluorescente.
Pálida, contra los árboles
desnudos y sus ramas peladas.
Los gatos hoy no están en el tejado.
Ahí no hay nadie.
Nadie quiere mojarse los pies
pasar frío o hambre.
No creo que hoy nadie tenga ganas
y menos de cambiar el mundo.
Sólo dos pájaros vuelan fuera de la ventana.
Quien pueda hoy no se quitará el pijama.
Días para pasar durmiendo.
De resaca
de empacho de aburrimiento en blanco sucio, roto
del día anterior
que se adhiere a éste.
Vivir sin amarillo
y con goteras.
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