A mi alrededor miro,
y todos están igual.
Con el culo vendido,
y sin ver el final.
Incluso a mis amigos,
a los que no les iba mal.
Todo son sueños podridos,
por el puto capital.
Personas sin destino,
que no saben cómo aguantar.
Familias que se quedan en el camino,
ahogados por las deudas.
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