Mi cama fría, como el resto de mi haitación,
como mis manos, como yo.
Nadie más entre el vacío y las paredes.
Mi espalda crujiendo y el tic-tac de un reloj.
Mi móvil llorando dice que se queda sin batería.
Podríamos venir con un cargador.
Necesito dormir entre tus brazos.
Que me cojas de la mano.
Y que alguien me enseñe a vivir sin dolor.
Se me acaba de acabar mi neskuik,
todo lo bueno se acaba. Me voy a la cama.
Como siempre, mañana será un día más...
Y volveré a echarte de menos,
y a sentirme sola, no solo porque tú no estás,
sino porque en realidad es así,
ya nací así: desnuda y sola.
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