Sé que hay cosas
que ya no lograré.
Huye el tiempo.
Y los sueños que escapan
en cada luna.
Como un fénix
al amanecer, vuelven
y me destapan al día a día.
(Recuerdo lo que dicen los viejos:
"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy")
Y la cuestión es:
Y si no puedo nunca, hacer lo que de verdad quiero.
¿Y si no lo encuentro?
Y si la Luna no está hecha para mis sueños.
Si mi fénix perdió su vuelo
y ya no sabe volver.
O la fuerza
la llama.
El brillo en mis ojos
es el reflejo del Sol, cuando sale
me mira, sincero, a la cara
y me seca
la frustración
anquilosada ya
en los huesos.
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