Brillo gris.
Sentada al borde de la luna.
Ingrávida y atemporal.
Pincho estrellas a esta noche.
Ventana tapiada sin afuera.
Siembro flores en los cráteres
de los minutos
que pasan repetidos
en la oquedad del brillo gris.
Y me limpio los zapatos
del caminar en círculos, polvoriento.
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Patri tienes un premio en mi blog!!!
ResponderEliminarEse final es totalmente potente, le da mucha fuerza al poema
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio, me salió del alma :)
ResponderEliminarY gracias Vero por acordarte de mí.