Lejos de mí
los demás.
Dentro, sin poderlos tocar.
Fuera de este cuarto y lejos de mi piel.
Sólo siento el calor de esta sudadera.
Su tacto.
Vida sin miradas.
De lluvia, luz pálida y vistas a través del cristal.
Tras esa niebla que lo envuelve todo
como el humo me envuelve a mi en la noche.
Me acurruco.
Hasta casi desaparecer.
Las mañanas siguen estando solas, frías.
Salidas de la cama, despiertan sin calor.
Sin apenas haber dormido. Lejanas, vacías.
Aún no he pronunciado palabra.
No ha habido voz, ni labios que respondan.
Silencio, ruido de vecinos e internet.
Soledad. Tic-tac.
Amanecer de mediodía muerto, opaco.
Sin nada que hacer. Lejos.
pero te gusta la soledad? También se disfruta!
ResponderEliminarUna se llega a aburrir de una misma. Aunque también necesito estar sola.
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