Apenas un instante de clama me ha parecido y al despertar ya eran las seis menos cuarto. Ya era tarde. Ultimamente suelo despertarme tarde y acostarme pronto parece haber quedado en el recuerdo de la infancia.
Despertarse tarde implica vivir tarde, comer tarde, salir tarde, no ir a clase porque ya es tarde, volver a casa tarde, cenar tarde, ver una película tarde, dibujar tarde, escribir tarde y fumar mientras tardas para tardar más y que se te haga más tarde la tardanza entre tarde y tarde...
De dónde saldrá esta quietud nocturna, es algo que me preocupa, cualquier mínimo sonido, como el escribir sobre el papel del lapicero, parece amplificado por este silencio.
Me gusta, me gusta poder apreciar con tanta nitidez estos pequeños matices y quizá sea siempre tarde cuando lo consigo, y quizá sea por eso por lo que me gusta tardar.
Pero, como todo, la tardanza tiene un límite y a lo peor, esta tarde ya se halla hecha noche y esa noche haya mutado en mañana. Asi que mañana ya es hoy y como siempre...llego tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario