Mis pasos resuenan
por el pasillo.
Lentos, errantes
Como planetas sin órbita.
En esta medianoche
ya pasada, que en nada
volvera a ser madrugada.
Me acompaña un tic-tac
y el zumbido de la nevera.
Esto empieza a sonarme
a noche en vela.
Velas, por los sueños
que van muriendo
por las desilusiones
por los golpes sin moratones.
Velas, por las almas rotas
que intentan coserse por dentro.
Dos años después del 7 de octubre, Palestina se ha convertido en un
cementerio de estrategias fallidas
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Por *Muhammad Shehada*
*Escritor y analista político de Gaza, miembro visitante del Consejo
Europeo de Relaciones Exteriores.*
Incluso si el ...
Hace 19 horas
volvemos a las andadas, insomne?
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