Mis pasos resuenan
por el pasillo.
Lentos, errantes
Como planetas sin órbita.
En esta medianoche
ya pasada, que en nada
volvera a ser madrugada.
Me acompaña un tic-tac
y el zumbido de la nevera.
Esto empieza a sonarme
a noche en vela.
Velas, por los sueños
que van muriendo
por las desilusiones
por los golpes sin moratones.
Velas, por las almas rotas
que intentan coserse por dentro.
HOMBRE DE MIMBRE. Antología poética (1999-2025): YA EN LAS LIBRERÍAS
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Vicente constituye un ejemplo de lucha poética y de resistencia personal,
de entrega sin condiciones y sin rendiciones a la literatura y a las
combustion...
Hace 4 horas
volvemos a las andadas, insomne?
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