En el tímpano.
Vuelvo a mi árbol hueco
bosque de nadie.
Vuelvo, el verano está ahí fuera.
Se escuchan adolescentes en celo
luz amarilla y pájaros trinar.
Yo sigo siendo invierno
despertares mudos y días sordos.
Graves en el tímpano
para aliviar vacíos
distancias.
Callar las penas
seguir latiendo.
Otro día, otra noche.
Más horas.
¿Qué importa?
Vuelvo, a mi árbol hueco.
Okupo y resisto.
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que bello que escribis
ResponderEliminar...es verdad que somos nosotros el verano o el invierno...
ResponderEliminar..seguir latiendo!...
Muy bueno.