Ya no me quedan palabras
para contarte cómo me siento.
Las sílabas resbalan por mis mejillas
huyendo de un barco que se hunde, sin orden.
Un manojo de cuerdas en el estómago
que se atan a mis vísceras y que no puedo vomitar.
Como el gato sacando de sí la bola de sus pelos.
Ya no me quedan palabras.
Sólo letras enredadas en pensamientos
que se piensan a sí mismos
una y otra vez.
Ya no me queda corazón
la fruta dulce murió a picotazos.
NOS SIRVE EL GESTO
                      -
                    
si el bosque
no da setas
nos vale el liquen
si la vida no
nos sonríe
nos sirve el gesto
si los políticos
nos mienten
nos sobra la fe
en nosotros
en voso...
Hace 11 horas

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