Ya no me quedan palabras
para contarte cómo me siento.
Las sílabas resbalan por mis mejillas
huyendo de un barco que se hunde, sin orden.
Un manojo de cuerdas en el estómago
que se atan a mis vísceras y que no puedo vomitar.
Como el gato sacando de sí la bola de sus pelos.
Ya no me quedan palabras.
Sólo letras enredadas en pensamientos
que se piensan a sí mismos
una y otra vez.
Ya no me queda corazón
la fruta dulce murió a picotazos.
Ines Schwerdtner: “Los conservadores tienen esta estrategia de normalizar
la AfD en Alemania, pero eso ha salido muy mal”
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Por *Marc Martorell Junyent *
* G**raduado en Relaciones Internacionales **@BlanquernaFCRI, Graduado
en* *@CMEPS_MA. Investigador frecuente, a ve...
Hace 18 minutos