El habla de los días.


Enmudece el tiempo
que pasa callado, caminar lento
mirada perdida.

Enmudecen las horas, los minutos
mis pupilas, en la humedad
en el ruido sordo de cada gota
que estalla contra las losas.

Enmudece la luz, lúgubre
e inunda las calles de silencio mojado
y desierto.

Mudas, mis ojeras
dicen que apenas duermo.
Que no recuerdan ver ya mañanas.
Ni nadie que quiera hacerlas hablar.

Caminar lento
mirada perdida
quietud, domingo.

Las manos, el movimiento, mi respiración
lentas, frías, mudas.
Soledad en el estómago.
En la yema de los dedos, distancia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario