Dentro y fuera.

Las lágrimas caen
imparables
una tras otra.

Respiro rápido
casi siento que me ahogo.
Intento explicarme.

El mediodía pronto
se torna gris
y tarde.


La única razón 
de la soledad
es pensar que estás solo.

Afuera nubes oscuras 
veloces, surcan el aire 
amenazan tormenta.

Se adentran 
por mi ventana.
No dejan que entre el sol.

Y no estás, no hay nadie
aquí. Unos ojos rojos 
párpados hinchados.

Una naríz que gotea 
tristeza
abrazada a la almoada.

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